Nos acordamos ahora de la entrada que pusimos a finales de invierno, en la que se destacaba la abundancia de la nieve en el hemisferio norte durante el invierno . La primavera 2010 (con marzo, abril y mayo), sin embargo, nos apunta a un escenario bien distinto, con poca nieve.
Observando la gráfica de debajo se aprecia a simple vista como las primaveras de los 70s , por ejemplo, eran mas generosas que ahora en permitir aguantar la nieve sobre el terreno, cosa que, por cierto, no ocurre en los inviernos, estación en que la nieve parece estar a un nivel igual, sinó ligeramente mejor, que en los 70s, con años muy buenos desde el 2000.
La misma gráfica, para la zona euroasiática.
Pero el dato es mas radical en Norteamérica, porqué el nivel de esta primavera ha sido muy pobre, tanto como para convertirla en la mas raquítica de toda la serie, incluso superando la de 1968.
Expongo la gráfica de invierno, para la mima zona norteamericana, para que se vea mas claramente como el péndulo se ha movido claramente de un lado hacia al otro, ya que esta primavera venia del invierno mas potente en extensión desde los inicios, también, de la toda la serie, con algunas puntas mas que destacables
¿deshielo rápido?, ¿poca renovación del elemento blanco? … y aquí me quedo en las preguntas, los procesos implicados en la cantidad de nieve presente en el suelo son harto complejos, y la variabilidad propia de estos procesos ayuda a dar como resultado un mal entendimiento de estos procesos mismos, aunque quizás es el «mal entendimiento de por si» al que llamamos «variabilidad natural«. Sea como sea, podremos hacer radiografias de situación, pero el adelantarnos a que tipo de primaveras y inviernos nos esperan por delante con el tema de la nieve es otro cantar.
Datos: Rutgers University